Te echo de menos
Te estoy mirando, desde la esquina opuesta de nuestro sofá. Una noche cualquiera. No imaginas cuánto te extraño. Estás a mi lado, pero no te veo, ¿qué puedo
hacer para que vuelvas?
No imaginas lo que daría por tu sonrisa, por nuestras charlas, por compartir, por... ser contigo. Y que todo eso no fuera un espejismo.
No imaginas lo que daría por tu sonrisa, por nuestras charlas, por compartir, por... ser contigo. Y que todo eso no fuera un espejismo.
Mi amor, mi amigo, mi cómplice, mi familia… mi todo. Ese que
me saca de quicio y al instante siguiente me hace volar. Esa risa única. Esa presencia
desbordante.
Ese al que llevo años mirando sin saber cómo tengo la suerte
de compartir mis días de su mano. Ese al que veo alejarse sin remedio, desde
hace años.
Te echo de menos, no sabes cuánto. Te necesito, todavía más.
Te quiero, por encima de todo.
Aunque este amor me esté matando lentamente, te espero.
¿Vuelves?
0 Dimes y diretes
Un lugar donde la palabra de cualquiera tenía importancia