Es lo que me pides. Que calle, que desaparezca. Cumplir tus
deseos, mi única opción.
Aunque quiera correr, aunque quiera gritar, aunque quiera
todo lo contrario.
He perdido el norte.
Y el sur.
Lo único que me queda es mantener el sitio que ahora quieres
que tenga. En silencio. Con esta como única ventana. Por si, un día, decides
que quieres mirar. Quizás puedas ver más allá de lo que soy capaz de decir.
Sólo quizás.
Y con eso me vale.
0 Dimes y diretes
Un lugar donde la palabra de cualquiera tenía importancia