Para
Para. Respira. Y, ríete. Bébete esa copa. Sal, haz esa locura, envía ese mensaje, dedica esa canción. Cuenta ese chiste o baila como si nadie te mirara. Mañana ya veremos.
No te frenes, no por ahora. No hay peligro, ni malos entendidos. Ni falsedades ni dobles intenciones. Es hora de vivir. Y tú sabes bien de qué va eso de ser sincero con uno mismo...
Solo hazlo si es lo que te apetece.
Y ríete, a carcajadas. Que mañana ya se verá.
Da igual cuando leas esto
0 Dimes y diretes
Un lugar donde la palabra de cualquiera tenía importancia