Rutinas (II)
Mirarte a escondidas. De noche. Mientras duermes. Sentirte
vulnerable por un instante. Sentir que me necesitas para algo. Que tengo valor.
Hablarte al oído, aunque no me escuches. Llorarte en
silencio. Abrazarte fuerte. Ojalá pudiera quitarte ese peso que te asfixia.
Caminar por casa, escucharte cantar y reír. Que salgas
bailando de cualquier rincón, con cualquier excusa. Objetivo: que brote mi
carcajada. Tu alegría. No sabes cómo te admiro.
Que hables solo, con el gato mirándote como si estuvieras
loco.
Y que todo sea parte de mi día a día.
Para ser feliz.
0 Dimes y diretes
Un lugar donde la palabra de cualquiera tenía importancia