Aprendí

by - mayo 23, 2019


Parece que se paró la vida. Pero no. Días negros, días grises, días con más luz… al final, todo un compendio de horas que construyen este puzzle que comienza a tomar forma. Aunque yo todavía no la vea.

Miro las piezas a ver si puedo ir sacando algo más o menos claro. Todavía no mucho, pero en algunas voy viendo un poco. Aprendí que el luchar por no caerse pasará factura, pero se ha convertido en mi único objetivo. Que quererse es un trabajo a vida completa. Y todavía soy becaria. Que quererte da para otra vida de aventuras. Pero que ambas cosas no deben superponerse.

Aprendí que no se puede perder la voz propia, aunque pienses que haces un bien. Que los silencios solo llevan a más silencios, a más distancia, a más vacío. Que un vacío no lo llenan las palabras pero que éstas sí ayudan a pasarlo por las intenciones que en ellas se guardan. Aunque esto solo suceda por tiempo limitado.

Que mi camino no sé a dónde va, que antes veía la vida clara y que esas piezas todavía no han aparecido. Que no me asusta decir que tengo miedo.

Que echar de menos no está sobrevalorado.

Aprendí que he de aprender a respetarme, valorarme y perdonarme. Sin fecha límite. Sin letra pequeña.

 Y de todo, aprendí. O aprendo. O todo, O nada. Según el momento.

You May Also Like

0 Dimes y diretes

Un lugar donde la palabra de cualquiera tenía importancia