Frío

by - diciembre 14, 2008

El rellano quedó mudo.
El parafraseo tartamudo,
no encuentra más que nudos
entre tu risa y mi melodía
que ya sólo entre días
recordaban a la alegría.

Apenas aquel hasta luego,
de blanquecino pañuelo,
rodaba acera abajo.
Y tu voz en mi atajo
y yo, cabizbajo.

Tenue, su luz al raso
y tan largos ya los pasos
encrucijados,
y ese pelo ensortijado
que ondea, escaso.

Y dónde ir sin tu osadía,
dónde vivir sin mi armonía.
Buscando calor en la valía,
en tardes oscuras, alargo,
no aparece el fin del letargo.

Espero el mañana
traiga el sol a mi ventana,
el calor hasta tus brazos,
y de este invierno sombrío,
solo recordar nuestro frío.

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