Correr

by - noviembre 08, 2011

De lamentos y pesares anda el juego, suele ser deporte nacional eso de mirarse el ombligo y sólo ver la pelusa de aquel raído chaleco que se quedó dentro... nada más, solo lo que no debe estar ahí.

Y así nos va, en la mayoría del tiempo nos basta con lo poco que conseguimos, aunque siempre deseemos más, al final, resulta más fácil asumir que hay cosas que no pueden cambiarse que liarse la manta a la cabeza y correr riesgos. Supongo que para eso de correr hay que tener fondo y que eso que dicen sobre que somos una sociedad sedentaria no se aplica sólo al campo físico.

Esto es como los propósitos de año nuevo: Un día te levantas y decides correr todo lo atrasado, corres tanto que terminas queriendo empezar la casa por la ventana y al final, "ni chicha ni limoná".

Yo no tengo mucha costumbre de parar, sólo cuando necesito pensar y, tantas y tantas veces observo cosas que no me gustan, casi todas en mí misma y, con casi todas termino conformándome. Al fin al cabo, como decía antes, es más fácil que otras cosas.

Pero esta vez no pienso hacerlo. Ya me he cansado. Para ello me he sacado un bono vip a un gimnasio que me prepara para mi carrera de fondo particular. ya sé lo que quiero cambiar. Se terminó el conformarse, en creer que son defectos tuyos algunas cosas que nunca lo fueron. Se acabó el pensar en los demás por delante de tí y eso de dejar para mañana cosas por miedo al fracaso. Se terminó todo. Porque ya hace unos meses que tengo ganas de correr.

Y ya tengo el chandal puesto.

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